10,000 Razones

A veces es dificil hacer lo que a otros les resulta muy sencillo.

Anoche fui con unos amigos a Chico's--un bar gay. Esta era solamente mi segunda vez ahi, y fue tan decepcionante como la primera vez. Estaba demasiado lleno de gente (si, es necesario aclarar de que se llena el lugar, pues parece corral o chiquero), pero eso no es decir mucho de su popularidad: la unica y decrepita mesa de billar deja apenas suficiente espacio a su alrededor para pararse junto a un amigo a platicar, y eso si nadie quiere pasar, porque entonces uno estorba. Aun asi, la platica es casi imposible, pues los parlantes fueron diseñados en los fabulosos 70's y lucen lo que podriamos designar su espiritu de supervivencia exagerando sus habilidades al punto que la musica no se reconoce--lo que al fin no les importa a las locas que siguen solo el martillar de sus freneticos pero poco imaginativos ritmos.

Despues de empezar una cuenta, lo que no fue necesario porque al fin solo tomamos $60.00 entre los tres, lleve al agua de colores que me quisieron pasar por tragos a donde estaban mis amigos y a señas les pedi salir a fumar. No quisieron, sino que fueron a bailar, lo que yo no hago, y por eso me quede sosteniendo la pared al rato. La bola infernal con la que remplazaron the disco ball de los 70's daba vuelta tras vuelta cambiando de luz al azar, y por mala fortuna me daba en el ojo derecho justo cuanto la cantante pegaba con la nota mas alta. Tortura--y nada mas--era eso; Dios no queria que fuera ahi. Platique con un muchacho que conoci en ese momento, pero platica es mucho decir, pues el ruido (digo, musica) permitia solo un saludo.

Cuando regresaron mis amigos, los convenci a salir a fumar, o mejor dicho a acompañarme, pues ellos no fuman. Un cigarro despues, estaba tan aburrido que les pedi mejor irnos. No quisieron en ese momento, pero decidimos juntos solo tomar un par de tragos mas e irnos. Si de casualidad esta historia suena aburrida, es porque lo es.

Saliendo de ahi, nos fuimos a la casa de mi amigo, a unos 20 minutos por freeway, lo que hice en diez gracias a la hora (el trafico en los angeles es abominable). Me quede a dormir en su casa--detalles para otro post--y casi con pena reporto que llegue al trabajo dos horas tardes hoy. Me lo perdonan porque al fin y al cabo les regalo horas y horas cada semana, pero aun asi me siento mal.

Pero el punto de esto es que al final de la noche, antes de dormir, como siempre sucede cuando salgo, me volvi a ver en mi mente, culo contra pared, trago en mano, viendo a la gente bailar...y yo no bailo.

Eso sera para otra historia.